La fuerza de gaia
Y llegaba la noche…
No una noche normal con estrellas y luna, sino una
noche diferente,
Todos caminaban errantes por un camino sin
rumbo.
Unos lloraban otros, simplemente callaban.
Entonces una pequeña vocecita exclamó: ¡oh
madre naturaleza!
¡Oh hermosa pacha mama!: ¿Qué te hemos hecho
para merecer esto?,
Cuando la pequeña guardó silencio,
Y sus ojos estaban empapados con lágrimas de
gran dolor,
Un viejo sabio respondió: la explotación humana es
suficiente para provocar tal fiereza.
Entonces a lo lejos entre las montañas y el cielo
un relámpago se desvaneció, y se sintió un gran
estruendo, los errantes atónitos por tal suceso
decidieron descansar entre la basta maleza.
Al día siguiente la pequeña despertó y supo que
solo era un sueño.
No una noche normal con estrellas y luna, sino una
noche diferente,
Todos caminaban errantes por un camino sin
rumbo.
Unos lloraban otros, simplemente callaban.
Entonces una pequeña vocecita exclamó: ¡oh
madre naturaleza!
¡Oh hermosa pacha mama!: ¿Qué te hemos hecho
para merecer esto?,
Cuando la pequeña guardó silencio,
Y sus ojos estaban empapados con lágrimas de
gran dolor,
Un viejo sabio respondió: la explotación humana es
suficiente para provocar tal fiereza.
Entonces a lo lejos entre las montañas y el cielo
un relámpago se desvaneció, y se sintió un gran
estruendo, los errantes atónitos por tal suceso
decidieron descansar entre la basta maleza.
Al día siguiente la pequeña despertó y supo que
solo era un sueño.